Eslovenia es un país que se extiende y te atrapa con su belleza natural, desde su pequeña pero cautivadora costa hasta las vistas de los impresionantes Alpes Julianos, este es un lugar para que los amantes del aire libre se enamoren del paisaje, sin gastar una fortuna.
10 cosas inolvidables que hacer en Eslovenia
1. Senderismo en el Parque Nacional de Triglav
Los senderos del Parque Nacional Triglav varían desde caminatas rápidas hasta escaladas técnicas de montaña de varios días: sin importar cuál sea su nivel de habilidad, hay algo para todos en este parque.
Ya sea que camines a lo largo del río Soca o escales entre las nubes, las vistas de los Alpes Julianos captarán tu atención.
2. Sube a las murallas de la ciudad de Piran
La ciudad costera de Piran está situada en la punta de la península que conforma la modesta costa de Eslovenia.
Piran es una ciudad más tranquila que Portoroz, una ciudad cercana y relativamente bulliciosa. Sus principales atractivos son su atmósfera tranquila y sus hermosas vistas.
Sube a las murallas de Piran y contempla todo el casco antiguo, que termina en un punto cerca del faro.
Piran es, como mínimo, una ciudad compacta: la caminata desde el faro, en el extremo de la península, hasta las murallas de la ciudad, en la parte trasera del casco antiguo, no debería llevarte más de 30 minutos.
3. Lago Bled
Ninguna visita a Eslovenia está completa sin una visita a Bled. Esta es la imagen emblemática de Eslovenia. En la isla del medio (isla de Bled) se encuentra la Iglesia de la Asunción.
Aquí se ve la iglesia más de cerca. Pasé el día haciendo kayak alrededor de la iglesia y en el lago. La vista de la pequeña isla en el centro del lago Bled es la vista más famosa de Eslovenia y se la merece.
Vivir el lago Bled es como sumergirse en un cuento de hadas y no hay mejor manera de explorarlo que alquilando un pequeño barco y remando hasta la isla.
Pide un helado en el puesto de la isla, disfruta de las vistas del castillo que se alza sobre un acantilado cercano al borde del lago y maravíllate con el agua de colores brillantes. Te garantizo que saldrás del lago Bled sintiéndote increíblemente relajado.
4. Visita las cuevas de Skocjan
También te sugiero que visites las impresionantes cuevas de Scocjan, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se encuentran en la región del Karst, en el suroeste de Eslovenia.
Las cuevas de Skocjan son, sin lugar a dudas, una de las cuevas más increíbles que hemos tenido la oportunidad de visitar.
Las cavernas son enormes y los colores intensos. Lo mejor de todo: las cuevas de Skocjan albergan un caudaloso río subterráneo sobre el que tendrás la oportunidad de caminar a través de un puente de 47 metros de altura, para ser exactos.
5. Recorrer algunas cascadas
Eslovenia alberga multitud de cascadas. Algunas de las cataratas requieren una caminata para llegar a ellas, pero otras, como las cataratas Pericnik, son muy fáciles de alcanzar: ¡puedes conducir tu auto hasta el mirador!
Las cataratas Savica que se muestran en la imagen de arriba caen 78 metros (240 pies) en un desfiladero espectacular. Se encuentran a solo 4 km de Ukanc y una vez que llegas al estacionamiento, solo se necesita una caminata de 20 minutos.
Hay un sendero desde la ciudad que lleva de 1 a 2 horas.
Si quieres algo más desafiante, comienza en Ribčev Laz y camina alrededor del lago Bohinj para realizar esta caminata tranquila de 11,8 km más larga. Consulta esta lista de cataratas en Eslovenia para descubrir la tuya.
Si viajas a Eslovenia, lo más probable es que llegues en avión a Liubliana. Asegúrate de pasar al menos unos días aquí, ya que es una ciudad estupenda. En la imagen de arriba, puedes ver el castillo de Liubliana, que domina la ciudad.
Liubliana está situada a orillas del río Ljubljanica, que la atraviesa por el centro. Puedes dar un paseo en barco por la ciudad o simplemente pasear por los numerosos puentes que cruzan el río.
7. Dé un paseo por Metelkova
La capital de Eslovenia, Liubliana, es inesperadamente peculiar, con edificios coloridos, estatuas de bronce inusuales en el casco antiguo y muchos dragones.
En ningún otro lugar se hace más evidente esta personalidad extravagante que en Metelkova, el cuartel militar convertido en residencia de okupas y luego en distrito artístico que ahora alberga clubes, bares, un museo de arte y un albergue, además de algunas de las obras de arte callejero más vívidas y fascinantes que he visto en mi vida.
Incluso si quieres venir a experimentar la vida nocturna, te recomiendo que pases por allí también durante el día y no olvides tu cámara: las oportunidades para tomar fotografías están en todas direcciones.
8. Conocer el lago Bohinj
Si el lago Bled es un cuento de hadas bien cuidado, el lago Bohinj es su primo un poco más exótico.
Bohinj es un lago más grande que Bled y está rodeado de numerosas rutas de senderismo. Sus orillas están salpicadas de botes de remos y un par de cabañas, pero es fácil encontrar la soledad aquí.
Mientras estés en la zona, asegúrate de visitar una de mis cascadas favoritas en Eslovenia: Slap Savica, que está a un corto trayecto en auto desde el lago Bohinj.
9. Pase una tarde en Vintgar Gorge
Vintgar Gorge no es tanto un lugar para practicar senderismo como un lugar para pasear lentamente por el sendero construido, pero eso no impide que te deje sin aliento.
El desfiladero de Vintgar, con aguas de colores brillantes y vistas tranquilas desde todos los ángulos, es un lugar increíblemente relajante que no debe perderse.
Afortunadamente, el desfiladero se encuentra a solo 10 minutos en auto del lago Bled, por lo que es muy fácil agregarlo a un viaje a Ble
10. Viajar al pueblo de Kanal y Predjamski Grad
Este es el pequeño pueblo de Kanal, atravesado por el río Soca. Debo admitir que esta es una de mis imágenes favoritas de mi estancia en Eslovenia.
Os dejo con esta última imagen del castillo de estilo gótico del siglo XII, conocido localmente como Predjamski Grad, en Postojna. ¿A quién no le gusta un castillo medieval construido en la ladera de una montaña?
Espero que hayas disfrutado de este breve recorrido fotográfico por Eslovenia. Me ha parecido uno de los países más bonitos que he visitado. ¡Y lo que más me sorprende es que no mucha gente lo conoce!
